miércoles, 16 de noviembre de 2011

Los Lori Meyers se acercaron a Toledo el sábado pasado en la que era una de sus citas más especiales durante su Gira de Otoño. Por ello escogieron como escenario el Círculo de Arte, una antigua iglesia mudéjar reconvertida en espacio cultural y de ocio con un aforo de no más de 550 personas, que se convertiría en la sede de uno de los mejores conciertos de pop-rock que puede ofertar una banda nacional. Una de las ventajas de ver a este grupo en el escenario, es que todo funciona con la perfecta matemática de un reloj suizo (instrumentos, voces, coros…), algo muy difícil en una banda conformada por tres guitarras, dos vocalistas, un batería, un bajo y un percusionista. Sin embargo, no por ello se presentan encorsetados, pues si algo caracteriza a estos granadinos es que siempre suenan nuevos, vivos en el escenario, con la ilusión de una banda que acaba de llegar a lo más alto. Así mismo, el directo que ofrecen no se ciñe en exclusiva a su último disco, “Cuando el destino nos alcance” (2010), sino que escoge un tracklist muy amplio que no olvida ninguno de sus trabajos, ni ninguna de sus canciones más reconocibles, lo cual convierte a su directo en una recopilación de grandes éxitos. Pues en realidad estamos ya ante una banda adulta que con cuatro discos a sus espaldas, ha sido uno de los grupos referentes de la escena indie en la primera década del siglo XXI. Con esta ilusión y esta experiencia, el sexteto de Loja (Noni, Alejandro, Alfredo, Miguel López, Antonio y Miguel Martín) hicieron su aparición en el escenario con su estética ya habitual, constituida por chaqueta, pantalón y corbatín negro con camisa blanca, mientras unos sonidos robóticos y futuristas llamaban la atención de un público que no podía ser más numeroso por las limitaciones del aforo. El inicio del concierto fue una declaración de intenciones “Nuevos

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